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Gianluca Lapadula: el italo-peruano que es más querido que la pizza y el panetón


J. Carlos Flores Vargas

J. Carlos Flores Vargas
31/03/2022

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Goles son amores, dicen y nadie mejor para demostrarlo que Gianluca Lapadula Vargas, el hombre más querido del Perú luego de su toque sutil para anotar el primer gol ante Paraguay.

El italiano de nacimiento y peruano por el fútbol tiene lo que le gusta a los peruanos: es humilde, de pocas palabras pero lucha cada bola. La imagen de Lapadula jugando con las fosas nasales tapadas para evitar desangrarse resume su personalidad.

En las entrevistas se muestra parco, sereno y pacífico pero cuando entra en la cancha se convierte en un gladiador o un soldado romano.

Todos los hinchas recuerdan su arrojo para recuperar la pelota frente a la selección Argentina. Era su segundo partido con la selección pero era especial porque fue la primera vez que jugaba ante el público peruano.

Ese día, la selección perdió tres puntos pero ganó un delantero capaz de llenar el enorme vacío dejado por Paolo Guerrero que no habían podido llenar Ruidiaz.

Si Guerrero era inamovible cuando recibía el balón de espalda a arco, Lapadula hace lo suyo en las diagonales. Los comentaristas deportivos resaltan su juego sin balón: su capacidad para buscar los espacios y mostrarse para el pase.

Gianluca mide un metro con 78 centímetros y pesa poco más de 69 kilos. No es un tanque ni un portento físico pero sabe mantener la frialdad frente al arco, virtud que demostró cuando le hizo el pase gol a Cristian Cueva en el triunfo frente a Ecuador.

Justamente, el genio se ha convertido su socio futbolístico del bambino pues varios de sus goles vinieron por la habilitación de Cueva.

Es curioso que, cuando jugaba en divisiones menores de la Juventus, lo hacía en la posición de arquero y, hubo periodistas que se animaron a sugerir que, en caso extremo, él podría suplir a Gallese.

Noticia mundial

No está de más recordar su difícil relación con la selección Italiana. Gianluca es como el hijo pródigo de Gareca pues en las anteriores clasificatorias rechazó su ofrecimiento para jugar en la selección. En ese entonces, sus buenas estadísticas permitían que sueñe con ser convocado al combinado italiano.

Perú era su segunda opción. Gianluca nunca había pisado el Perú y si sabía algo de la patria de su madre era sobre comida pues en su casa, de vez en cuando, cocinaban platos peruanos.

Meses antes del inicio del mundial Rusia 2018 su caso dio la vuelta al mundo pues Italia se quedó fuera del mundial mientras Perú clasificó casi por milagro. En otras palabras, rechazó el boleto para ir al mundial por esperar otro tren que nunca partió.

Pero hay segundas oportunidades. De cara a las clasificatorias con miras a Qatar 2022, el italiano, cansado de esperar una oportunidad en la selección de su país, manifestó su voluntad de jugar para Perú mediante una entrevista y un tatuaje que pretendía aludir a sus raíces peruanas.

Viviendo el sueño

Nadie es profeta en su tierra y él lo sabe mejor que nadie. En Italia es subestimado pero el Perú lo adoran. Niños, perros, alpacas e hinchas se colocan la máscara para emularlo.

Lo entrevistan, lo fotografían, corean su nombre y le dan una cálida bienvenida cada vez que pisa suelo peruano.

La mayoría de futbolistas dicen que su máximo sueño es jugar un mundial y, Lapadula, a sus 32 años está a punto de cumplirlo.

Lamentablemente está en duda su participación en el duelo de repechaje pues la tarjeta amarilla ganada en el partido con Uruguay condiciona su participación a una decisión de la FIFA.

Según el reglamento, no debería jugar por acumulación de amarillas pero, por excepción, se puede permitir una suerte de perdón para que todos puedan jugar en el duelo de repechaje con Australia o con Emiratos Árabes.

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