La segunda toma del sistema de justicia por parte de las mafias de «Cuellos Blancos»

Se ha aplaudido la destitución del fiscal Víctor Raúl Rodríguez Monteza por haber advertido a los “Cuellos blancos” que sus comunicaciones estaban siendo interceptadas por orden judicial, sin embargo, una serie de movidas en la fiscalía están pasando inadvertidas. 

La denuncia que movió las aguas en el Ministerio Público fue la planteada por la exfiscal Rocío Sanchez y va más allá del pedido para que la fiscal de la nación Zoraida Ávalos pues se trata de la segunda toma del Ministerio Público y el Poder Judicial por parte de una mafia. 

“Los casos de los Cuellos Blancos del Puerto , así como de la Centralita apuntan a que nuestro país está llegando a esos niveles de corrupción (La toma de un poder del Estado)”, sentenció la exfiscal que renunció a la fiscalía el 13 de noviembre.

Cuellos Blancos 

En resumidas cuentas, la fiscal indicó que, una vez disuelto el Consejo Nacional de la Magistratura, los «Cuellos Blancos» se las arreglaron para dominar la recién creada Junta Nacional de Justicia. 

Esta junta tiene el poder de colocar y sacar jueces y fiscales así como sancionar administrativamente a cualquier miembro del sistema de justicia, tal como pasó con el fiscal Raúl Rodriguez. 

Existe un colaborador eficaz que señaló que la magistrada María Zavala, quien mueve los hilos en la Junta Nacional de Justicia, se reunió con miembros de los “Cuellos Blancos del Puerto” y nadie abrió investigación, hasta hace poco. 

Comadres 

Con María Savala en la JNJ solo se necesita dominar la Fiscalía de la Nación, es por eso que maniobraron para designar a la fiscal Zoraida Ávalos a la cabeza de dicha institución y así se hizo. 

La prueba de este poderoso nexo es que Zoraida Ávalos es madrina de la hija de María Savala y, todo hace pensar que ayudó a que ésta (la hija) se coloque en una fiscalía contra el crimen organizado. 

El fiscal 

Otra grave denuncia que fue minimizada fue la de el fiscal Hamilton Montoro en contra de su colega Rafael Vela quien sería un operador de Zoraida Ávalos y, el hombre nexo entre Odebrecht y el Ministerio Público. 

La denuncia la hizo al inicio de este mes e indicó que Rafael Vela lo presionó para que archive dos investigaciones que perjudicaban a la empresa brasileña y como este se negó, lo sacaron de su puesto y lo regresaron a Pasco. 

Reacción 

Tras estas denuncias, se ha visto un desfile de fiscales que se mantienen en sus puestos en los medios de comunicación. 

Todos rechazaron las acusaciones de ambos fiscales y les lanzaron acusaciones de calibre menor pero, orientadas a descalificarlos moralmente. 

Modus operandi 

Los conocedores de los casos de corrupción en las altas esferas del sistema de justicia han descrito su manera de actuar como una “cadena de favores”. 

Por ejemplo, un grupo de magistrados vinculados a las fujimoristas maniobraron para que María Savala sea parte de la Junta Nacional de Justicia. 

Una vez instalada, Savala y otros magistrados lograron que Zoraida Ávalos se haga de la Fiscalía de la Nación y, posteriormente, desde ese cargo, ella pueda hacer que la hija de su comadre se instale en la fiscalía contra el crimen organizado. 

Tomadas las más altas instancias del Ministerio Público y el Poder Judicial, se puede mover y colocar a jueces a su gusto de manera que se pueda manipular cualquier proceso judicial. 

Por ejemplo, se puede “sacar” del caso a un juez que no es de la collera y colocar a otro que sí sea parte de manera que luego de este servicio se pueda cobrar al narcotraficante o delincuente que les pague dinero, esto tal como se pudo saber  por el caso de los “Cuellos Blancos del Puerto”. 

Además, desde esas alturas también pueden vetar o dar una mano a otros magistrados que ingresen a instancias como la Junta Nacional de Justicia o la Junta de Fiscales. 

Y si no pueden sacar a un juez o fiscal de un caso, pueden interferir, presionar y acosar tal como lo denunció Rocío Sanchez. 

Viendo el contexto, el fiscal Víctor Raúl Rodríguez Monteza es una suerte de chivo expiatorio pues, oculta o minimiza denuncias mucho más serias y graves al interior del manchado sistema de justicia en el Perú.

DATO: De los “Cuellos Blancos del Puerto”, solo hay un magistrado encarcelado y es Walter Rios. Del caso de la “Centralita” solo los mandos medios fueron procesados y encarcelados.