Emergencia política a una semana de elecciones del 11 de abril

Estamos en emergencia, no solo sanitaria sino también política. El coronavirus ataca y mata miles de personas en nuestro país y ahora la plaga del fujimorismo ataca por tres flancos. Tiene su tren piloteado por Hernando De Soto, tiene al despistado de Rafael López Aliaga y la líder de la banda Keiko Fujimori, la señora K.  El pueblo parece estar sedado.

Que pasa con nuestros ciudadanos, porque tanto dolor y sufrimiento, qué hemos hecho como nación para merecernos esto. ¿Dónde queda la consciencia y la memoria, si aún tenemos? Todos sabemos que el fujimorismo es la lacra política que destruyó la dignidad de nuestro país, los 10 años de gobierno de Alberto Fujimori fueron los más corruptos, vendió nuestra patria, destruyó la institucionalidad, los derechos humanos fueron pisoteados, después de dar el contragolpe, creó su Constitución Política ilegal, para entregar a los privados nuestra economía y despilfarrar el dinero de las empresas nacionales vendidas a precios miserables, despidió a miles de trabajadores, que hasta hoy sufren el atropello de sus derechos.

Dejaron en la penumbra nuestra patria. Estos y más delitos han sido probados por la justicia peruana, es por ello, que el patriarca de los Fujimori está preso pagando parte de sus delitos, junto al delincuente de su asesor presidencial Vladimiro montesinos.

Despierta pueblo, no te dejes engañar por este virus de tres cabezas, son los mismos que defendieron y se beneficiaron de la calaña de los diez años terribles que vivió el Perú en la década de los noventa, son los mismos que pretenden seguir gobernando como lo han hecho siempre, abrazados de la derecha recalcitrante que no tiene otra ideología que el dinero. Estamos en horas sombrías, a una semana de las elecciones del bicentenario Keiko, Soto y Aliaga, están en la primera fila de las preferencias electorales. Pareciera una de las tantas historias que narra Eduardo Galeano en su libro “Patas arriba, el mundo al revés”.

¿Dónde está nuestro amor propio?, ¿Dónde está esa sangre contestataria del sur peruano? donde está lo que alguna vez enalteció Mariátegui. ¿Ya no hay juventud consciente y crítica de su sociedad? Tener en el primer lugar de las preferencias electorales a este trío de personajes funestos, es la manifestación de que hemos caído como sociedad, al abismo del acantilado más peligroso.

¿Estamos agotados, molestos y encerrados? Seguro que sí. Los últimos años, los gobiernos que hemos tenido, todos están en manos de la justicia por actos de corrupción, ya no creemos en los políticos, todos los que gobernaron nos han decepcionado. Pero eso no justifica que celebremos la podredumbre de la política peruana, que representa el fujimorismo y sus aliados. La patria nos llama, por la dignidad, por la memoria de los que enarbolaron al Perú en las letras, la ciencia y el arte, por los que hicieron de su vida una lucha continua por los más necesitados, por la memoria de Grau, por Gonzales Prada, por la juventud consciente que tiene la convicción de que podemos cambiar el destino de nuestra patria. En fin, por todos, nos toca levantar la bandera de la dignidad, cualquier escenario de lucha es el correcto, con tal de vencer al virus corrupto del fujimorismo y sus aliados que son el herpes de la política peruana.

Las encuestas de hoy, publicadas por IPSOS Y IEP, por encargo de los diarios El Comercio y La República, nos muestran una fotografía que puede terminar mal para los intereses de la nación si se diera. No podemos quedarnos sólo con decir que son encuestas que reflejan un interés, de plasmarse en la realidad el siguiente domingo, no tendría sentido una segunda vuelta; tendríamos en los primeros días de un futuro gobierno a Fujimori padre, libre y asesorando desde su sillón dorado la corrupción; tendríamos a Vladimiro Montesinos comprando los medios de comunicación y dirigiendo las fuerzas armadas y policiales al servicio los intereses de la mafia Del Castillo sería el  Ministro de Justicia,  Mulder a la cabeza de la Contraloría General de la República, el Ministerio Público sería liderado por Chavarri, e Hinostroza Pariachi volvería para dirigir el Poder Judicial.  Una olla de cucarachas en el Congreso, aprobando leyes para destruir todo o lo poco que queda de nuestra nación y defendiendo a capa y espada lo que mande la mafia desde Palacio. El Ejecutivo sería un festín de la corrupción, firmando los contratos de concesión de Tía María y Las Bambas en los primeros 100 días de gobierno, no cabe duda. Todo aquel que diga lo contrario sucumbiría en las mazmorras del Estado corrupto y la persecución sería su insignia. 

Es el momento de decisiones, de creer en las propuestas de cambio de levantarnos y enarbolar la quimera como bandera de nuestro futuro.