Lunes, 29 de abril 2024 - Diario digital del Perú

El Partido Morado se parte en dos por la sucesión a Julio Guzmán


J. Carlos Flores Vargas

J. Carlos Flores Vargas
22/10/2021

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Con la salida de Julio Guzmán de la escena política, el Partido Morado se enfrenta al principal problema de toda agrupación política en el Perú: sobrevivir a su caudillo.

Cualquier otra agrupación ya habría sucumbido; sin embargo, el partido fundado por Julio Guzmán tenía cierta organización, formación de cuadros, y una base que, sin ser popular, estaba muy bien distribuida en las regiones.

La flor y el abogado

De acuerdo a información obtenida por el portal El Foco, existe una pugna entre dos posibles sucesores del veloz Guzmán.

Una de ellas es la congresista Flor Pablo quién tuvo la astucia de contratar importantes partidarios y colocarlos en el congreso; sin embargo, es vista como una ajena entre antiguos militantes.

Del otro lado se encuentra el abogado tributarista Luis Durán quién se ganó sus galones con su defensa de la inscripción del partido ante la anulación del Jurado Nacional de Elecciones.

Todo indica que Durand tiene el apoyo de integrantes del CEN Nacional y de los partidarios más antiguos así como de los fundadores de la agrupación morada. Rodolfo Pérez y Lisseth Meléndez parecen inclinarse hacia Durand.

Abandonar el barco

En paralelo a esta pugna uno que declinó ser el sucesor fue Francisco Sagasti quién ya dijo públicamente que no busca asumir ningún cargo partidario en esta etapa

También en paralelo están las pequeñas acciones que buscan una identidad política propia cómo la liberada por Carlomagno Salcedo quién reveló que ha iniciado el proceso de inscripción para la agrupación confluencia Perú otro pequeño grupo es conocido cómo hacer país cuyo rostro visible es Sabrina

Luego de superar estás pugnas el Partido Morado se enfrenta a las exigencias del Jurado Nacional de Elecciones así como a participar y afirmar su vigencia en las próximas elecciones regionales y municipales.

Ni con Dios ni con el diablo

La virtud del partido morado es también su tragedia. En una coyuntura polarizada, al ser de centro, puede ser considerado enemigo tanto por izquierdistas como por derechistas.

Fueron apodados como «Moradef» como también fueron identificados  como los amigos de la Confiep durante el periodo de Vizcarra y, más aún, con Sagasti.

En un país de electores que se identificaron con Castillo, el Partido Morado tiene un rostro más parecido al de un pituco de Miraflores que al de un poblador de las barriadas

Otra de las carencias moradas es la falta de un líder carismático como lo fue el desatinado, desafortunado, romántico y cobarde Julio Guzmán.

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