Nuevo presidente de Brasil anuncia polémica reducción de ministerios de 29 a 15

El presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, cumple su promesa de minimizar el Estado reduciendo el número de ministerios de los 29 actuales a unos 15 o 16.

La promesa de reducir el Estado, anunciada durante su campaña electoral, y que le llevó a ganar la segunda ronda de las elecciones presidenciales el pasado domingo, comienza a tomar forma.

Durante reuniones en Río de Janeiro para la formación de su gobierno, que asumirá el 1 de enero, Bolsonaro anunció polémicos cambios a nivel ministerial.

Uno de ellos es la fusión de los Ministerios de Hacienda, Planificación e Industria y Comercio Exterior en un superministerio de Economía. El otro es la unión de las carteras de Agricultura y Medio Ambiente, lo que desató la primera protesta de los ecologistas.

Los defensores del medioambiente sostienen que una fusión de esa naturaleza pondrá bajo el mismo paraguas a los empresarios del campo, a quienes se vuelcan las políticas agrícolas, y a quienes los fiscalizan, que pudieran ver sus poderes limitados.

Todas estas reducciones están contempladas en el marco de un plan de reducción de gastos del Estado, pero el exmilitar había dado señales de que podría dejarlas de lado ante las resistencias que generaban en su propio campo.

La unión de ministerios del área económica es cuestionada por la industria, temerosa de quedar en manos de financieros, y el mandatario electo dio a entender la semana pasada que había atendido a esos reclamos. Pero finalmente volvió a su decisión inicial.

Otra bandera de campaña de Bolsonaro, la lucha contra la corrupción, podría verse encarnada por el popular juez anticorrupción Sergio Moro, responsable de la operación Lava Jato, y quien dijo el martes sentirse “honrado” por el interés del mandatario electo de sumarlo a su gobierno.

Apodado “el Donald Trump brasileño”, Bolsonaro se caracterizó por su discurso misógino y racista, además es defensor del porte de armas. Ganó en segunda vuelta las presidenciales con 55 por ciento de los votos frente al 45 por ciento que obtuvo el candidato del Partido de los Trabajadores (PT), Fernando Haddad, en unas elecciones catalogadas como las más polarizadas de los últimos años.