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Peruano Enrique Horna un poeta que vibra en el universo


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LAPATRIA
31/07/2018

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Enrique José Horna Fernández es un escritor marca Perú nacido en la localidad de Oyotún, en el departamento de Lambayeque, pero en la actualidad radica en Australia. Él se alimenta de poesía y es un hombre de horizontes indomables en especial cuando los versos lo llaman. Paso a paso ha logrado consolidar un certamen literario internacional de cuento y poesía para las plumas hispanas denominado “Trilce”, en honor al maestro de los Heraldos Negros, Cesar Vallejo. En esta ocasión el Diario La Patria.pe fue a su encuentro para conversar sobre su segundo poemario “Melodías del Rocío”. Aquí la entrevista:

1. Usted es un migrante neto, porque nació en Oyotún Lambayeque, pasó por Lima para su educación universitaria, y ahora radica en Sidney Australia y las letras lo acompañan. ¿Cuál es el poder de poesía que lo mantiene en compañía de las armonías del alma?

La poesía tiene el poder de hacerme ver y sentir lo que tal vez otros no pueden expresar. Es cercanía hacia el espíritu de las cosas, la humanidad misma con todas sus sombras y luces, sus angustias y esperanzas, risas y melancolías que tiene el misterio de la existencia. Son los ojos de todos mis ratos, las “bullas” que inundan mi alma, mis entrañables momentos que me brinda la vida, es el poder de amarla con el privilegio de sentirla.

2. ¿Cuál es la comunión entre la ingeniería industrial y la poesía?

La ingeniería Industrial analiza, interpreta, comprende, diseña, programa y controla sistemas productivos, comerciales y logísticos, con el propósito de lograr maximizar la creación de bienes y servicios. Se involucra con personas, materiales, información, equipos y energía. Para lograr este propósito requiere de observación, imaginación y raciocinio. La poesía es también observación, imaginación y raciocinio, intenta comprender lo mesurable de este mundo pero la ilumina a través de la razón de la palabra y la fuerza imaginativa de las imágenes concebidas. La poesía y la ingeniería en general tienen una afinidad: Imaginación.

¿Cuéntame qué te ofreció la poesía fuera del arte intrínseco que posee el género?

Más allá de lo personal e intimo que resulta su ejercicio, es saber que uno tiene un origen y un horizonte. Es haber encontrado una forma diferente de afrontar la vida, ofreciéndome la posibilidad de acercarme a la humanidad en sí misma, estar próximo a los seres humanos y a la realidad que nos envuelve.

3. Cada poemario tiene su origen, tal vez posee una mística específica, o en casos se convierte en la tabla de salvación. ¿Qué representa la poesía para Enrique Horna?

La poesía es una forma de vivir mi vida, sentirla, manifestar mis más entrañables afectos. La poesía es la incondicional compañera, la que me brinda sus inusuales “ojos” para observar y sentir el color mas allá de su materia, es mi afán humano por explicar los dilemas de lo no visible, es tal vez un intento de acercarme al dolor humano.
Es la conexión con mi espíritu, mis memorias, observaciones, intuiciones y afectos. Es partir y volver siempre a mi “casa”, es saber que por muy lejos que vaya tengo una pertenencia afectiva, la cual me ayuda a sentir otras realidades. Es agradecer lo recibido y entender que uno es producto de otros seres que nos han antecedido. Es sentirme un ser de la creación y un viajero de la existencia.

4. “Melodías del Rocío” su segundo poemario verá la luz del día en Australia, ¿cuál es la oportunidad que brinda Australia para su literatura?

La mudanza a la otra orilla del Océano Pacifico ha influido en mi sensibilidad poética, la añoranza por mi patria de origen, mi pueblo, mi infancia, mi familia mis amores, la muerte de mis padres, los lugares que me han impresionado, se han convertido en mi memoria afectiva, viva, entrañable, de la cual me nutro y me sigo nutriendo. En Australia he podido encontrar la oportunidad para que esa memoria afectiva encuentre un cauce, la valore más, la sienta intensamente y la exprese a través de las palabras que en sí mismas son imágenes personales, pero que también son coincidentes con todos aquellos que han emigrado.

5. ¿Qué clase de necesidad fue la que se gestó en usted como para organizar en Sidney concursos literarios? ¿Qué significa Trilce para usted?

Me di un poco a conocer en la década de los 90 a través de mi participación en concursos literarios que organizaban instituciones educativas y culturales ligadas a la comunidad hispano hablante, participación que resulto muy estimulante para seguir escribiendo. Aunque un concurso literario no hace mejor o peor escritor a nadie, pienso que de alguna forma ayuda a escritores y poetas a mostrar sus obras, y en algunos casos a sacarlos del anonimato. A través de Trilce intento agradecer un poco lo recibido, estimulando la creación literaria y colaborando con la difusión del idioma español en un país como Australia cuya lengua oficial es el inglés.

6. ¿En la actualidad cuántas antologías integra y qué piensa del nulo apoyo del estado a los autores peruanos?

He participado en antologías publicadas en Argentina, USA y Australia, deben ser en total unas siete. Es lamentable que los autores peruanos no reciban ningún apoyo económico de parte del gobierno peruano y esto viene desde hace mucho tiempo. Las actividades culturales y creativas se las miran como algo intrascendente, cuando muchas veces son las artistas los que contribuyen a mostrar una realidad que nos identifica, nos conmueve y de alguna forma nos congrega. Muchos autores para poder publicar lo hacen con su propio dinero o recurriendo a la generosidad de sus amistades y otros se quedan sin poder hacerlo.

No creo que en el Perú exista una organización como el Australian Council of Arts, entidad que previa evaluación de un proyecto financia la publicación de libros, eventos artísticos y culturales.

7. ¿A su parecer cuál es la apuesta que usted haría por la literatura peruana? ¿hacia dónde va?

Creo que en las últimas dos décadas la literatura peruana ha abordado temas como el terrorismo, la corrupción y también la vuelta a las historias familiares. Personalmente me han gustado novelas de Alonso Cueto, Renato Cisneros y Jeremías Gamboa, aunque por supuesto estoy ávido de leer a otros autores peruanos como Oscar Cochado, Augusto Higa, Diego Trellez por mencionar algunos. En el Perú tenemos una riqueza impresionante en la oralidad que se encuentra hasta entre los más humildes de sus habitantes, una diversidad de historias, experiencias, mitos, dramas humanos a veces inimaginables, que se transmiten constantemente, hay poetas y narradores que no saben que lo son.

Agregaría a ello una belleza natural maravillosa e inspiradora donde la poesía es aun considerada como algo importante. Por otro lado se estima que hay alrededor de un diez por ciento de la población peruana fuera del Perú, y no es de extrañar que dentro de esa comunidad haya varios creadores. Existen sin duda escritores peruanos contribuyendo a formar una literatura peruana de la emigración, alimentándose de la dualidad cultural, donde la lejanía permite visualizar lo que no sería posible estando en nuestra patria.

El exilio ya sea voluntario o no, es una experiencia dolorosa y dura pero enriquecedora, nuestra capacidad de entender se agudiza y la intensidad con que sentimos nuestros genuinos afectos se multiplica. Soy optimista que la literatura peruana seguirá enriqueciéndose con los aportes de sus creadores y un referente importante en el idioma de Don Miguel de Cervantes Saavedra.

8. ¿Con qué palabras estimularía a los futuros escritores del Perú? ¿Qué les recomendaría hacer y qué no en este oficio que demanda la vida entera para salir a flote?

Les diría en primer lugar que escriban para su propio deleite, sean valientes, genuinos, honestos consigo mismos. Busquen y encuentre su voz, que esta nutrida de sus observaciones, memorias y experiencias del día a día. Nunca dejen de escribir porque también se escribe sin lápiz y papel construyendo puentes invisibles, tallando una huella. Que amen la palabra y la respeten porque la palabra tiene su propia historia y sentir. Que tengan los ojos y oídos muy atentos, adéntrese en su interior porque ahí encontraran razones para escribir. Viajen, lean, observen y escriban hasta por gusto. Vivan intensamente cada instante porque no se puede escribir lo que no se siente, hagan florecer su propia semilla. Intenten acercarse al misterio aunque produzca desgarro, sean libres de corazón, escriban con el alma.

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